Drogas que no parecen tales

AZÚCAR - CAFEÍNA


El poder económico que la industria azucarera puede poner a un lado de la balanza para anular el peso de los hechos científicos comprobados, es casi infinito. Además, el azúcar es una susutancia sin la cual nuestra vida cotidiana sería impensable.
Lo primero que relacionamos con ella es el concepto de “dulce”. Lo dulce es agradable y placentero... ¿Quién quiere enterarse de que lo dulce es altamente perjudicial para la salud?

Resulta innegable que a partir de su aparición, el azúcar ha jugado un papel clave en gran parte de los sucesos transcurridos en el desarrollo de la humanidad. Los imperios español, inglés y francés -entre otros- hicieron uso del dulce para enriquecerse. Al azúcar se le menciona como una de las causas que desataron las Cruzadas, se le atribuye la responsabilidad sobre el tráfico de esclavos hacia América, se le acusa de ocasionar toda una serie de plagas inexistentes antes de su aparición, como el escorbuto y lo que hoy se conoce como diabetes y actualmente comienza a ser identificada como una de las principales causantes de enfermedades nerviosas, especialmente entre los niños.

Por su parte, otra droga tan inocua a los ojos de las mayorías, como es la cafeína, ha transitado también por diversas prohibiciones y ha sido motivo de disputas internacionales. Su producción y comercio determinaron el destino de las antiguas potencias, tal como hoy en día determinan los enormes ingresos de al menos dos de las nuevas potencias: las transnacionales de productos farmacéuticos y alimenticios.

El cafeto, las hojas de té, el cacao y la nuez de kola son las principales fuentes de la cafeína, una droga psicoactiva perteneciente al grupo conocido como las metilxantinas. Los efectos estimulantes de las metilxantinas provienen de su interacción con los receptores de la adenosina y se observan a varios niveles del organismo: en el sistema nervioso, en la respiración y en el músculo cardíaco. Tienen también un efecto diurético, esto es, aumentan la excreción de orina, dilatan los bronquios y estimulan el metabolismo basal.

Las transnacionales dedicadas al comercio del azúcar, el café, el té, el chocolate y las bebidas de cola, se cuentan entre las más poderosas del mundo, por lo que sin lugar a dudas, en este capítulo se analizan los psicoactivos de mayor venta a nivel mundial. Algunos autores como el Dr. Bruker, William Dufty, Laura Urbina y Nancy Appleton afirman que por ello mismo, la información sobre estas drogas es una de las más escasas, manipuladas y poco difundidas dentro de la historia de las drogas. Los intereses económicos que hay detrás de ellas, concretamente en el caso del azúcar, han sido lo suficientemente poderosos como para suspender, retrasar e incluso tergiversar la realización de estudios científicos concluyentes respecto a las repercusiones físicas y psicológicas del uso cotidiano de esta droga a largo plazo.